La ratio de deuda pública registra la mayor caída de la historia reciente, reduciéndose más de 5 puntos porcentuales en 2022 hasta el 113,1% del PIB

La ratio de deuda pública registra la mayor caída de la historia reciente, reduciéndose más de 5 puntos porcentuales en 2022 hasta el 113,1% del PIB

Asuntos Económicos y Transformación Digital – 17.2.2023

La positiva evolución de la economía ha permitido que la ratio deuda PIB se haya quedado 2,1 puntos por debajo de lo previsto en el Plan Presupuestario, acercándose al cumplimiento del objetivo para el cierre de 2023.

La deuda de las Administraciones Públicas se redujo en 2022 hasta el 113,1% del Producto Interior Bruto, lo que supone una reducción de 5,2 puntos sobre el cierre de 2021, la mayor caída de la ratio en la historia reciente de España y cerca del objetivo para el cierre de 2023.

La ratio deuda PIB ha quedado 2,1 puntos por debajo de lo previsto en el Plan Presupuestario, gracias a la fortaleza y positiva evolución de la economía española, con un crecimiento del 5,5% del PIB, y a la mejora de los ingresos públicos.

Desde el nivel máximo alcanzado durante la pandemia (120,4%), la ratio deuda PIB se ha reducido ya en más de 7 puntos, una reducción muy superior a la prevista, lo que pone de manifiesto la prudencia en las estimaciones, el compromiso del Gobierno con la responsabilidad fiscal y la gestión eficiente de los recursos públicos.

Este ritmo de reducción sin precedentes está siendo compatible con una política de apoyo continuado a las empresas y a las familias, primero durante la pandemia, y el pasado año con la adopción de medidas para reducir la inflación y compensar a los colectivos y sectores económicos más afectados, a pesar del complejo escenario derivado de la guerra de Rusia en Ucrania.

En diciembre de 2022 la deuda de las Administraciones Públicas, según el Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE) alcanzó un saldo de 1.502.504,7 millones de euros. El Tesoro Público mantuvo durante 2022 buen acceso a mercado en todo momento, pudiendo financiar el gasto adicional derivado de las medidas implementadas en condiciones favorables, dentro del contexto de normalización de la política monetaria. Lo anterior ha sido posible gracias al trabajo de preparación desarrollado por el Tesoro en los últimos años, que ha contenido el impacto de la subida de tipos de interés en los costes de financiación.