El Consejo de Ministros ha abordado un informe sobre la política de regadío sostenible en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

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Regadío sostenible

El Consejo de Ministros ha abordado un informe sobre la política de regadío sostenible en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha encuadrado ese informe en el momento actual, «particularmente difícil desde el punto de vista hidrológico y de la pluviometría». Planas ha apuntado que, desde el 1 de octubre, inicio del año hidrológico, las lluvias han descendido un 18,8% respecto a los años anteriores. La situación se agrava en la parte sur de la península, en particular en las cuencas del Guadalquivir y el Guadiana.

En el caso del secano, el ministro ha señalado que la mayoría de las explotaciones podrá sembrar y cosechar, pero con un rendimiento inferior, lo que se compensará con el seguro agrario combinado. Otros agricultores, por el contrario, se verán frenados por las condiciones climáticas y los mayores costes de producción, en particular de los fertilizantes. Precisamente para paliar esta subida de precios, el Gobierno acaba de abonar un total de 281 millones de euros que han llegado a 234.000 agricultores, un apoyo que Planas ha calificado de «eficaz».

La situación es más complicada en el caso del regadío, que engloba al 65% del conjunto de la producción vegetal de España. Ayer mismo -ha recordado el ministro- la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir redujo hasta en un 90% las dotaciones de agua, «lo cual pone sin duda en peligro determinados cultivos».

Luis Planas ha anunciado que el Ejecutivo está trabajando en «respuestas a corto plazo», en función de la reunión que se celebrará mañana de la Mesa de la Sequía, así como en posibles medidas nacionales y en el contexto de la Unión Europea, tanto para el presente como para el futuro.

Modernización y digitalización
El debate -ha argumentado el titular de Agricultura- «no es si regadío sí o regadío no», sino cómo lograr un «regadío sostenible» que permita continuar con un nivel de producción que posibilite la autonomía alimentaria y las exportaciones. Eso requiere modernizar el regadío para aumentar su eficacia, así como usar otras fuentes de aprovisionamiento de agua, como la reciclada y la desalada.

Las inversiones previstas por el Ejecutivo para impulsar esa modernización en el período 2022-2027 suman 2.130 millones de euros, más del doble de la media de los primeros veinte años de este siglo, según ha destacado Luis Planas. Esa cantidad incluye 1.255 millones del Plan de Recuperación y 875 millones con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. El ministro ha indicado que a esos fondos hay que añadir 5.000 millones de obras del Ministerio de Transición Ecológica y 200 millones del PERTE de la Digitalización del Ciclo del Agua.

El objetivo es abarcar 750.000 hectáreas, 200.000 en primera modernización y 550.000 en segunda y tercera modernización. «Siempre se puede regar mejor, se puede hacer una mejor utilización de cada gota de agua», ha dicho Planas, quien ha añadido que la meta es reducir como mínimo en un 10% el consumo de agua. Para conseguirlo, se contemplan 96 actuaciones en 15 comunidades autónomas, desplegadas en tres fases, con cargo al Plan de Recuperación.