El Tesoro sitúa en 60.000 millones las necesidades de financiación en 2025, con flexibilidad para la reconstrucción y el relanzamiento de la zona afectada por la DANA

7 de enero de 2025

  • La estrategia, como en años anteriores, está marcada por la prudencia y la flexibilidad para hacer frente a todas las necesidades financieras
  • El ligero incremento respecto de 2024 permite al Tesoro mantener un amplio margen para atender las necesidades de la zona afectada por la DANA 
  • España mantiene su firme compromiso con la responsabilidad fiscal, que permitirá seguir reduciendo la ratio de deuda pública sobre PIB hasta el 102,5% en 2024, más de 20 puntos porcentuales por debajo del máximo alcanzado en el primer trimestre de 2021, reducción que seguirá en 2025 
  • El Tesoro prioriza la emisión a medio y largo plazo, manteniendo la vida media de la deuda en circulación en el entorno de los 8 años
  • Se mantiene el objetivo de diversificación de la base inversora, que ha permitido que los inversores internacionales hayan sido los principales compradores de Bonos y Obligaciones, aumentando su peso en las tenencias de deuda hasta el 44,1%, 2,7 puntos porcentuales por encima del nivel de 2023 y poniendo de manifiesto su confianza en la economía española
  • Se seguirá apostando por la emisión de bonos verdes como elemento estructural del programa de financiación, reforzando el mercado de finanzas sostenibles en España.

El Tesoro Público ha presentado hoy su estrategia de financiación para 2025, con unas necesidades de financiación netas que ascienden a 60.000 millones de euros.

mineco.gob.es

La estrategia viene marcada, como en años anteriores, por la prudencia y la flexibilidad para hacer frente a todas las necesidades financieras que puedan surgir. De hecho, el ligero incremento respecto del 2024 permite mantener un amplio margen para responder a las necesidades extraordinarias derivadas de la DANA, en línea con el compromiso de proporcionar todo el apoyo necesario para la reconstrucción y el relanzamiento de la economía de la zona afectada.

El Gobierno mantiene un año más el firme compromiso con la responsabilidad fiscal, que se traduce en una reducción continua del déficit y la ratio de deuda sobre el PIB. Así, se prevé que la ratio de deuda sobre PIB mantenga su senda descendente, con la previsible reducción hasta el 102,5% en 2024, más de 20 puntos porcentuales por debajo del máximo alcanzado en el primer trimestre de 2021, y hasta el 101,4% al cierre de 2025.

La estrategia de financiación se desarrollará en una situación internacional que continúa siendo compleja y un contexto de quantitative tightening del Banco Central Europeo, que está reduciendo gradualmente sus tenencias de deuda de los países de la zona euro. En este contexto, resulta especialmente relevante la positiva evolución de la economía española que, junto con el compromiso del Gobierno con la consolidación fiscal y la gestión prudente llevada a cabo por el Tesoro durante los últimos años, están permitiendo mantener una sólida y diversificada base inversora y contenidos los costes de financiación.

La emisión bruta prevista ascenderá a 278.448 millones de euros, un 7,4% superior a la de a 2024, debido al mayor volumen de amortizaciones y el ligero incremento en las emisiones netas. La mayor parte de estas emisiones netas se cubrirán con instrumentos a medio y largo plazo, con 55.000 millones de euros, contribuyendo al objetivo de mantener la vida media de la cartera. Los 5.000 millones restantes se cubrirán con emisiones netas de Letras del Tesoro, para continuar aportando liquidez a estos instrumentos en un contexto de elevada demanda minorista. 

Con esta priorización de los plazos más largos, la previsión es mantener una vida media de la deuda en circulación en el entorno de los 8 años, máximo histórico alcanzado en 2021. Esta elevada vida media ha permitido suavizar el impacto de la subida de los tipos de interés en los últimos años, de manera que, el coste medio de la deuda en circulación ha subido sólo 57 puntos básicos desde su mínimo histórico en 2021, frente a una subida acumulada de 350 puntos básicos de los tipos oficiales en el mismo período.

Se mantendrá también el objetivo de diversificación de la base inversora y se seguirá apostando por la emisión de bonos verdes como elemento estructural del programa de financiación, reforzando de esta forma el mercado de finanzas sostenibles en España. Para ello el Tesoro continuará realizando reaperturas del bono verde emitido en 2021 con el objetivo de alcanzar en los próximos años un volumen similar al del resto de referencias de la curva del Tesoro y seguir contribuyendo a la financiación de los proyectos para la transición ecológica.

La regularidad y predictibilidad continúan caracterizando la estrategia de financiación. Así, está prevista la realización de 48 subastas ordinarias de Letras y Bonos y Obligaciones del Estado. En 2025 el Tesoro recurrirá nuevamente a las sindicaciones para la emisión de determinadas referencias de Obligaciones del Estado.

Al igual que en los últimos años, en 2025 se continuarán recibiendo desembolsos de transferencias del Plan de Recuperación, acompañados por primera vez de importes significativos de préstamos, también ligados al cumplimiento de los hitos y objetivos acordados en el Plan. En concreto, se han puesto en marcha instrumentos financieros para ofrecer financiación al tejido empresarial en condiciones ventajosas, favoreciendo su modernización e impulsando el crecimiento económico a largo plazo. 

Ejecución del Programa de financiación de 2024

El Tesoro Público cerró el programa de financiación de 2024 con un sólido acceso al mercado y la elevada confianza de los inversores, que se tradujo en la contención de los costes de financiación y la reducción de la prima de riesgo, que se redujo más de 30 puntos básicos respecto a 2023, en el entorno de los 65 puntos básicos a cierre del año, su nivel más bajo de los últimos tres años.

La emisión neta total ascendió a 55.000 millones de euros, 10.000 millones menos que lo emitido en 2023, gracias al mayor crecimiento de la economía española y el compromiso con la responsabilidad fiscal. Por su parte, la emisión bruta fue de 259.341 millones de euros.

El Tesoro ha mantenido una posición sólida en el mercado. Todas las emisiones han contado con una elevada demanda, destacando las sindicaciones realizadas en enero y septiembre que registraron un récord de peticiones a nivel europeo, poniendo de manifiesto la elevada confianza de los inversores en la economía española.

El trabajo de anticipación realizado por el Tesoro durante los últimos años ha permitido mantener contenidos los costes de financiación en términos históricos, gracias al reducido riesgo de refinanciación, en torno al 13% anual. Así, el coste del conjunto total de la deuda se sitúa en el 2,21%, solo 12 puntos básicos sobre el cierre de 2023.

El coste medio de la deuda en emisión también siguió reduciéndose en 2024 hasta el 3,16%, 28 puntos básicos por debajo del 3,44% de 2023 y 80 por debajo del pico (3,96%) alcanzado en octubre 2023, una reducción en línea con la bajada acumulada de tipos del BCE.

El Tesoro ha mantenido a lo largo del año un fuerte acceso al mercado, destacando la robustez de la demanda minorista y la de los inversores internacionales.

En 2024 se ha mantenido el elevado interés de los inversores domésticos en las Letras del Tesoro. Así, los inversores minoristas han elevado sus tenencias hasta superar los 26.500 millones de euros a octubre de 2024 (último dato disponible), representando más del 36% del total de Letras en circulación, poniendo de manifiesto el interés de este producto.

En 2024, los inversores internacionales volvieron a ser los principales compradores de Bonos y Obligaciones, incrementando su peso en la base inversora del total de la deuda hasta el 44,1%. Hay que destacar que en estos últimos dos años los inversores internacionales han incrementado sus tenencias de bonos en algo más de 134.000 millones de euros, reflejando su interés en la deuda pública española.

Por otra parte, se siguió incrementando y diversificando la base inversora, gracias a la fluida e intensa interlocución con los inversores y la emisión de otros instrumentos de financiación, como los bonos ligados a la inflación europea, y los bonos verdes, que contribuyen a la financiación de proyectos públicos sostenibles, y la promoción del mercado de finanzas sostenibles en nuestro país.